Con mucha frecuencia en este sitio y en otros relacionados al tema cubano, surge la discusión sobre lo que ocurrirá con aquel país el día que mueran los hermanos Castro. Se exponen infinidad de razones y se hacen cientos de conjeturas dando por cierto que el régimen comunista quedará eliminado casi de facto el día que la ausencia al mando por defunción toque a los dos dictadores.
Cito una idea presentada aquí hace unos días por un colaborador:
“Ese es un punto a debatir, pues cuando mueran esos dos ya no habrá figura alguna que pueda gobernar como ellos gobernaron. No sé qué hay en los pueblos que viven dictaduras que después de la muerte de los caudillos se vuelven increíblemente contestatarios, respondones, y criticones. De momento les surge un valor que nunca exhibieron bajo la dictadura. Raro, eh?” (fin de la cita).
Claro que es un punto a debatir, importante y urgente. Pero a debatir con razones, con fundamento, no dejando que impere por encima de la lógica, el deseo y los sentimientos puros que nos llevan al error.
Si aceptamos como válida la “respuesta contestataria de los pueblos a la muerte de los dictadores”, debemos tener en cuenta que esto ocurre cuando es un evento fugaz, inmediato e inesperado. En Cuba la “desaparición” de los líderes históricos será atenuada en el tiempo, algo así como por capítulos. La imagino así:
i). En el año 2015 muere Fidel Castro. Al margen de los cuatro lagrimones populares y los actos oficiales que todos imaginamos, este evento no supondrá cambio alguno en el actual estado de cosas en la isla.
ii). En el año 2017 enferma Raúl Castro y delega el mando (provisional) al sucesor que mejor convenga. A partir de ese momento RC será el símbolo que hoy representa su hermano. No hay razón alguna para imaginar que en un entorno así surja una acción social de envergadura en contra del sistema. Tampoco que haya un cambio en la línea de gobierno.
iii). En el 2020 muere Raúl Castro. Imagino que para entonces de Fidel quede sólo lejanos recuerdos en aquella sociedad y que para el hermano que entonces entierran en el mismo mausoleo ni siquiera salten lágrimas de dolor o alegría en el pueblo. La indiferencia general será lo que le acompañe al infierno.
A partir de aquí queda suponer el camino que tomará el que reciba el mando del país, descartando por lógica, que pueda actuar inducido por una presión social:
1). Acomodarse en la inercia recibida, que además de segura, resulta cómoda y larga en el tiempo.
2). Aventurarse en un proceso reformista bien controlado dentro del mismo modelo dictatorial.
3). Decidirse por un cambio total de sistema enfrentando a las fieras de su entorno y arriesgando algo más que el cómodo sillón heredado.
A menos que el bastón de mando lo reciba algún “José Martí camuflado” que exista hoy en el entorno de los dictadores, lo normal es pensar que cualquiera de las hienas que esperan ahora por el poder, de tenerlo, se decidan por la opción 1.
Creo haber demostrado que al menos esa hipótesis que he citado de un cambio seguro después de la muerte de “los dos” no tiene fundamento. Quizás en este mismo capítulo -o en otros por separado- se pueda demostrar que igual de erróneas son otras teorías que condicionan una transición hacia la libertad a la muerte de los dos viejos dictadores. Y hasta es posible que lleguemos a coincidir en algunas de estas reiteraciones mías:
,- El momento es ahora, no después de…..
,- Los dictadores cubanos hoy en día no son caudillos, no representan nada. Es falso ese papel que se les da como “símbolos” de una Revolución que todos reconocen putrefacta y caduca….
,- El deterioro social y económico del pueblo no implicará nunca un cambio, más bien fortalecerá siempre al régimen…
,- Hacer pronósticos en base a lo ocurrido en otros países es un ejercicio que carece de rigor…
,- Ningún evento externo (como la muerte de Chávez) rebajará el poder del régimen…
,- Ningún proceso reformista controlado por la dictadura llevará a un cambio real del sistema…
,- Ningún posible capital económico hará que el heredero desprecie el poder recibido. Casi siempre se prefiere el poder a la riqueza….
Justificar el presente pasivo a la espera de los funerales sólo complicará más el futuro de Cuba. Porque después de esas muertes sólo llegará la nada.
Sr. González
España
Esto que escribio Dantes, esta para un cuadro, puso : «Sr Gonzales Ud si que se le ocurre unas ideas que ni Albert Einstain con su locura de la relatividad se le hubiera ocurrido».
Dantes, parece que Einstein con su «locura» tenía «algo» de razón. Lea un poco de fisica o averigue por ahí quien es el mayor físico del siglo XX y porque lo es.
Sr. Gonzalez, creo que es un gran elogio que lo comparen con el gran Albert E., y comparto varios de sus puntos de vista. Ud. es muy inteligente (no tanto como Albert, claro).
Mis cordiales saludos